viernes, 22 de noviembre de 2013

Lápices acuarelables

Mi segundo trabajo será un dibujo de un pescador con lápices acuarelables
¿Qué son los lápices acuarelables?
El lápiz acuarelable es un lápiz de color que al mezclarlo con agua permite imitar la técnica de la acuarela, pero mediante un proceso más rápido, sencillo y seguro.
Se puede utilizar este lápiz tanto para conseguir dibujos en seco como en húmedo; es decir, después de realizar un dibujo con el lápiz podemos dejarlo así o también podemos realizar después el humedecido para “acuarelar” el dibujo.

No se debe humedecer nunca el lápiz, ya que se disolverá la mina. Para realizar un dibujo con esta técnica debemos primero hacer un dibujo en lápiz acuarelable o en lápiz de grafito, luego se colorea el dibujo, se humedece el pincel con agua y se pasa por las zonas que se quieren acuarelar.
Para pintar con lápices acuarelables, se debe usar el papel de acuarela, fijado en la mesa para que no se ondule cuando se humedece con agua. 
Estos lápices se pueden utilizar de punta para las líneas o de costado para rellenar, como los lápices tradicionales.
Otro consejo es que no se debe presionar demasiado el lápiz, ya que podría no diluirse completamente cuando se humedece con agua y podrían quedar restos del pigmento seco.
Las técnicas más utilizadas son:
  • Cubriendo grandes zonas con el lápiz en seco y deslizando el pincel mojado con agua, para conseguir el efecto acuarelable.
  • Con el pincel mojado en agua, deslizarlo sobre la punta del lápiz, lo hará que se “cargue”  el pincel con color, por lo que se puede pintar directamente sobre la superficie.
  • Realizar un humedecido previo con una esponja y, cuando se dibujen con los lápices acuarelables, se conseguirá un efecto similar al de las fibras de color.
Otras de las dos técnicas que se pueden utilizar son:

  • Lijado: con una lija de grano fino, se frota la punta del lápiz y se “espolvorea” en las zonas donde se quiere dar color. Luego se desliza el pincel mojado logrando disolver este polvo del lápiz de color.
  • Lijado mixto: Se hace lo mismo que en el lijado, con la diferencia que se puede utilizar dos o más colores, por lo que se consigue una infinidad de los mismos. 

jueves, 21 de noviembre de 2013

Primer trabajo práctico: carboncillo

MATERIALES

  • Papel Ingres
  • Una barra de carboncillo
  • Un difumino
  • Un lápiz compuesto
  • Un martillo
  • Una lija
  • Algodón
  • Miga de pan
  • Tempera blanca
  • Pincel nº 1

REALIZACIÓN 

Foto nº 1
Primero, con un martillo machaqué el difumino hasta que quedó blando y con la lija lijé un lado del difumino hasta que quedó una superficie  totalmente lisa.
Con el carboncillo hice el primer boceto de una fotografía. 

Foto nº 2
Después de perfilar algunos detalles comencé a oscurecer las zonas más oscuras que aparecían en la fotografía. Pinté un trozo de un folio con el carboncillo y, con la ayuda del difumino, cogí un poco de polvo y lo degradé hasta conseguir el tono que quería y seguí oscureciendo el dibujo. 

Foto nº 3
Con la ayuda del algodón y de la miga de pan iba borrando y aclarando las zonas de luz de la fotografía y, separándome del dibujo y mirándolo de lejos iba fijándome que me quedasen las zonas de luz y de oscuridad igual en el dibujo que en la fotografía. 

Foto nº 4
Al final con el lápiz compuesto pinté las partes más oscuras de la fotografía en el dibujo.


Foto nº5
Para finalizar, apliqué un poco del polvo del carboncillo en el fondo, la parte izquierda del dibujo más oscura, porque era la zona en la que no le daba la luz, y la parte derecha más clara. 






Foto final 




Además, con la ayuda de un pincel y un poco de pintura blanca le hice el punto blanco del ojo derecho, para darle más realismo al dibujo. 










CONCLUSIONES


Me ha gustado mucho trabajar con carboncillo, porque ha sido siempre mi técnica preferida. El reto de dibujar a una persona es muy difícil, sobre todo para que se parezca a la persona de la fotografía, la simetría…
Me ha costado trabajar con el difumino, ya que era la primera vez que lo usaba, hasta ahora siempre había hecho los dibujos con carboncillo difuminándolos con los dedos.

Las dificultades de este trabajo para mí fueron, como ya dije antes,  la simetría en la cara y conseguir que el pelo se pareciese al de la fotografía.