miércoles, 2 de octubre de 2013

El carboncillo

Mi primer trabajo práctico será un retrato a carboncillo.
El carboncillo es el medio artístico más antiguo que se conoce y el de composición más simple. Además, es la técnica con la que numerosos artistas se han formado gracias a las características que posee, ya que tiene facilidad de rectificación, mucha versatilidad y tiene una gran capacidad expresiva sobre todo en los problemas que tienen relación con la luz.
El carboncillo es una rama carbonizada de vid, sauce, encina, abedul o brezo que se selecciona para que no tenga nudos y luego se quema casi sin oxígeno para que no arda, convirtiéndose en un carbón blando y suave. El carbón así preparado no tiene diferentes durezas como los lápices, es decir, tiene siempre el mismo tono; lo único que cambia es su grosor.
Otro tipo de carbón, y que usaré en mi dibujo será el lápiz carbón. Este lápiz es una barrita fina de carbón comprimido protegido por una madera en forma de lapicero que es muy fácil de usar. Es menos sucio que el carboncillo, pero la desventaja es que no puede usarse para realizar trazos amplios, ya que solo puede dibujarse con la punta. Es idóneo para hacer detalles y dibujos más pequeños, así como de oscurecer las zonas negras en un dibujo. Existe la siguiente gama: 6B (extrablando), 4B (blando), 2B (medio), HB (duro).
El carboncillo sirve tanto para el dibujo de línea como para el de mancha y la mezcla de ambos.
En la técnica del carboncillo las luces y claros nos los aporte el papel y los tonos oscuros se consiguen con la acumulación del polvo del carbón sobre el mismo.
Hay que tener mucho cuidado con la utilización del carboncillo ya que, al ser polvo, es muy delicado y si pasamos la mano o los dedos sobre la superficie del papel, se podría estropear el trabajo.
El carboncillo se puede trabajar con cualquier papel excepto los que sean demasiado satinados. El papel adecuado sería uno poroso para que el polvo del carbón se introduzca en las fibras del papel, creando diferentes tonos sobre el mismo.
Se puede utilizar en polvo, aplicándolo con un difumino o un trapo, para conseguir matices o para cubrir grandes zonas, y también se puede usar aplicándolo directamente sobre el papel. Se pueden conseguir matizaciones efectuando, lo que se denomina lavados con agua limpia y pincel sobre una mancha de carbón.
Al ser polvo, una vez finalizado el dibujo, hay que fijarlo con un spray especial, o en su caso, con laca para el pelo.
Otro material utilizado con el carboncillo es el difumino, que es un cilindro poroso y compacto, con forma cónica en la punta y que sirve para esparcir, fundir y degradar los trazados del carboncillo. Es conveniente prepararlos antes de usarlos por primera vez, machacándolos con un martillo y lijándolos. Al tener dos puntas, se debería usar una para los oscuros y otra para los claros y para limpiarlo no se necesita más que lijarlo otra vez con una lija fina.